El teletrabajo ha dejado de ser una tendencia pasajera para convertirse en una modalidad laboral que cada vez cobra más fuerza en España. La pandemia aceleró su implementación, pero incluso hoy, cuando la situación sanitaria ha mejorado, muchas empresas y trabajadores han descubierto las ventajas de esta forma de trabajo, que ofrece flexibilidad y una mejor conciliación entre la vida laboral y personal.
Sin embargo, con esta creciente popularidad, también surge la necesidad de entender cómo regular esta modalidad de trabajo de manera adecuada. En este sentido, la Ley 10/2021, de 9 de julio, conocida como la Ley de Teletrabajo, establece el marco normativo que rige esta modalidad en España. En este artículo, nos proponemos desglosar los puntos clave que deben considerarse al formalizar un contrato de teletrabajo, y veremos cómo la normativa protege a ambas partes involucradas.
¿Qué es el teletrabajo según la ley en España?
La Ley 10/2021, de 9 de julio, define el teletrabajo como la actividad laboral que se realiza de manera regular y voluntaria en un lugar distinto al centro de trabajo habitual, utilizando medios tecnológicos que permitan llevar a cabo las funciones del puesto. En otras palabras, el teletrabajo es trabajar a distancia, pero con el uso de herramientas digitales que faciliten la comunicación y la ejecución de tareas.
Diferencia entre teletrabajo y trabajo a distancia
Es importante diferenciar entre teletrabajo y trabajo a distancia, términos que, aunque parecidos, no son exactamente lo mismo según la ley. El teletrabajo implica el uso predominante de tecnologías para la realización de tareas, mientras que el trabajo a distancia engloba cualquier modalidad en la que el empleado no se encuentra físicamente en la oficina, ya sea con o sin uso de tecnologías. Por lo tanto, el teletrabajo es una subcategoría del trabajo a distancia, en la que la tecnología juega un papel clave.
Un ejemplo de teletrabajo sería el de un diseñador gráfico que trabaja desde casa para una agencia de marketing, utilizando software de diseño y plataformas de colaboración online. Se comunica constantemente con su equipo mediante videollamadas o chats, y sus proyectos dependen del uso de tecnología para completarse y entregarse.
Un traductor especializado en libros impresos, sin embargo, podría ser un ejemplo de trabajo a distancia. Recibe los manuscritos en papel y realiza la traducción de manera manual, sin depender de tecnologías digitales para la mayor parte de su trabajo, salvo para enviar el texto final por correo electrónico o en un dispositivo de almacenamiento físico.
Además, la ley establece que, para que se considere teletrabajo, este debe ser regular, es decir, que al menos un 30% de la jornada laboral, o su equivalente en un periodo de referencia de tres meses, se realice a distancia.
¿Que tipos de contrato pueden tener teletrabajo?
El teletrabajo no está limitado a un tipo específico de contrato. De hecho, puede integrarse tanto en contratos a tiempo completo como a tiempo parcial, y puede aplicarse tanto de manera total como híbrida, es decir, combinando jornadas en la oficina con otras en modalidad de teletrabajo. La flexibilidad que ofrece el teletrabajo permite que sea adaptable a diferentes realidades laborales, ya sea para grandes empresas o para pequeñas pymes.
Esto significa que, independientemente del tipo de contrato o sector, el teletrabajo puede establecerse siempre que ambas partes estén de acuerdo y que el acuerdo quede recogido de forma clara y por escrito, tal como establece la ley.
Cómo formalizar un contrato de teletrabajo con un trabajador
Para que un contrato de teletrabajo sea válido, es imprescindible que se formalice por escrito. Esto puede hacerse directamente en el contrato laboral o a través de un acuerdo adicional si el teletrabajo se implementa después de la firma del contrato original. Este documento debe detallar las condiciones específicas del teletrabajo, incluyendo la jornada, el lugar de trabajo, y los medios que proporcionará la empresa para el desempeño de las funciones.
Definición del lugar de trabajo
El contrato debe especificar claramente dónde se realizará el teletrabajo, que puede ser el domicilio del trabajador u otro lugar acordado, como un espacio de coworking. La especificación del lugar es esencial para que la empresa cumpla con sus obligaciones en cuanto a la prevención de riesgos laborales, evaluando si el entorno es adecuado y seguro para el desarrollo de la actividad.
Control de la jornada laboral
El acuerdo debe establecer cómo se organizará la jornada laboral del trabajador. Se debe detallar si el teletrabajo es parcial, completo o se trata de una combinación con trabajo presencial. Asimismo, es necesario definir cómo se controlarán las horas trabajadas, utilizando herramientas de registro de la jornada que permitan un seguimiento adecuado y respeten los derechos de desconexión digital del empleado. Así funciona el registro horario para empresas.
El teletrabajo ofrece una mayor flexibilidad, pero es importante que este aspecto quede bien regulado. En el contrato se puede pactar un horario flexible, siempre dentro de unos márgenes definidos, o mantener un horario fijo. La flexibilidad debe permitir una mayor conciliación sin comprometer la productividad ni los objetivos de la empresa.
Compensación de gastos
Uno de los puntos fundamentales es acordar cómo se gestionarán los gastos relacionados con el teletrabajo, como los costes de conexión a Internet, electricidad o el equipo necesario. La empresa debe asumir o compensar estos gastos, y es recomendable que esto se especifique claramente en el contrato.
Obligar a teletrabajar o exigir teletrabajo
En España, la Ley 10/2021 establece que el teletrabajo debe ser voluntario tanto para el trabajador como para la empresa. Esto significa que una empresa no puede obligar a sus empleados a teletrabajar sin su consentimiento, y de la misma manera, el trabajador no puede imponer a la empresa la modalidad de teletrabajo si esta no lo ha aceptado. Cualquier acuerdo de teletrabajo debe ser negociado y formalizado por escrito, ya sea desde el inicio de la relación laboral o posteriormente, a través de una adenda al contrato.
Además, este acuerdo debe respetar los derechos laborales de los empleados, como las condiciones salariales, las horas de trabajo y la compensación de los gastos relacionados con el teletrabajo. Es importante destacar que el teletrabajo tampoco puede ser impuesto como una medida disciplinaria.
Es cierto que en situaciones excepcionales, como durante la pandemia, el teletrabajo fue incentivado y, en algunos casos, temporalmente requerido por motivos de salud pública. No obstante, fuera de estos contextos de emergencia, su aplicación sigue siendo una opción que debe contar con la aceptación de ambas partes.
Derechos y del trabajador en modalidad teletrabajo
Veamos ahora la parte relativa a los derechos del trabajador que se encuentra en modalidad de teletrabajo en España: Salario, desconexión, prevención de riesgos o gestión de los gastos derivados de su actividad fuera de la oficina.
Conservar la totalidad de su salario
Uno de los derechos más importantes para el trabajador en modalidad de teletrabajo es que su salario no puede verse reducido por el hecho de trabajar a distancia. La empresa está obligada a mantener las mismas condiciones salariales que si el trabajador desempeñara sus funciones de manera presencial. Esto garantiza que el teletrabajo no implique ninguna pérdida económica para el empleado, asegurando la igualdad de trato.
Derecho a la desconexión digital
El trabajador que realiza sus funciones a distancia tiene el derecho a la desconexión digital, lo que significa que debe poder desconectar de sus herramientas de trabajo fuera de su horario laboral. La empresa está obligada a respetar los tiempos de descanso y no exigir al trabajador que esté disponible fuera de su jornada pactada. Este derecho es clave para preservar la salud mental y el equilibrio entre la vida personal y laboral del empleado.
Prevención de riesgos laborales
Aunque el trabajador no esté en las instalaciones de la empresa, sigue siendo responsabilidad de la compañía garantizar su seguridad. La empresa debe evaluar los riesgos laborales del lugar donde se realice el teletrabajo y tomar las medidas necesarias para minimizar cualquier peligro. Esto puede incluir proporcionar equipo ergonómico o asesorar sobre cómo adaptar el espacio de trabajo en casa para evitar lesiones.
Compensación de gastos
El teletrabajo puede generar una serie de gastos para el trabajador, como la conexión a Internet, el uso de electricidad o la adquisición de equipamiento necesario para desarrollar su trabajo. Según la normativa, la empresa debe asumir o compensar estos gastos, ya que no pueden recaer sobre el empleado. Es recomendable que en el acuerdo de teletrabajo se especifiquen claramente los costes cubiertos y cómo se gestionará esta compensación, para evitar confusiones o malentendidos.
Obligaciones del trabajador en modalidad de teletrabajo
Del mismo modo que el trabajador en modalidad de teletrabajo tiene derechos contemplados en la legalidad vigente, también dispone de una serie de obligaciones que la empresa tiene derecho a exigir. Veamos cuáles son:
Cumplir objetivos y estar disponible
Aunque el trabajador esté fuera de las instalaciones de la empresa, tiene la obligación de cumplir con los objetivos establecidos y estar disponible durante los horarios acordados. Esto implica que, a pesar de la flexibilidad que puede ofrecer el teletrabajo, el empleado debe cumplir con las tareas asignadas de manera efectiva y estar accesible para reuniones o consultas dentro del horario laboral pactado. El teletrabajo no significa una disminución de la responsabilidad, sino una forma diferente de organizar el tiempo y el espacio de trabajo.
Cuidar del equipo proporcionado
En muchos casos, la empresa proporciona al trabajador el equipo necesario para llevar a cabo sus funciones a distancia, como ordenadores, móviles o mobiliario ergonómico. El empleado tiene la responsabilidad de cuidar y mantener este equipo en buen estado, usándolo exclusivamente para fines laborales y siguiendo las directrices establecidas por la empresa. En caso de desperfectos o pérdida por mal uso, podría ser responsable de su reparación o reposición.
Confidencialidad y seguridad de la información
El trabajador en teletrabajo debe respetar las políticas de confidencialidad y seguridad de la información de la empresa, especialmente al estar fuera del entorno corporativo. Es crucial que siga los protocolos para la protección de datos sensibles, utilizando herramientas seguras y respetando las normativas vigentes de protección de datos (como el Reglamento General de Protección de Datos, RGPD).
¿Puede un trabajador exigir la vuelta al trabajo presencial?
El empleado tiene el derecho a solicitar el regreso al trabajo presencial si así lo desea, siempre y cuando este derecho haya sido acordado en el contrato de teletrabajo o exista una posibilidad de reversión pactada. Además, el retorno al trabajo presencial no puede implicar la pérdida de los derechos laborales del trabajador ni una modificación de las condiciones salariales o laborales. La empresa deberá facilitar esta transición de manera ordenada, respetando los términos acordados.
¿Puede la empresa obligar al trabajador a regresar a la oficina?
En ciertos casos, la empresa puede solicitar que el trabajador regrese a la oficina de manera presencial. Sin embargo, esta solicitud debe estar justificada, por ejemplo, debido a necesidades operativas, cambios en la organización del trabajo, o si el teletrabajo ya no es viable por razones técnicas o de productividad.
En tal caso, la empresa debe seguir el procedimiento establecido en el acuerdo de teletrabajo, notificando con suficiente antelación cualquier cambio y proporcionando al trabajador el tiempo necesario para adaptarse a las nuevas condiciones. Además, en todo momento se deben respetar los derechos laborales y las condiciones contractuales del empleado.
Gestiona los contratos de teletrabajo y a distancia con una asesoría
El teletrabajo ha transformado las relaciones laborales, y es crucial que los contratos que lo regulan contemplen todos los aspectos clave: acuerdo por escrito, lugar de trabajo, jornada, y compensación de gastos. Además, se deben establecer sistemas para controlar las horas trabajadas, respetar la desconexión digital y garantizar la seguridad del empleado.
Para que esta modalidad funcione, es esencial una comunicación clara, objetivos definidos y una correcta gestión de la flexibilidad horaria. En Ofidem, te ofrecemos asesoramiento personalizado para cumplir con la normativa y garantizar una relación laboral eficiente y justa. Contáctanos y te ayudaremos a implementar un teletrabajo seguro y efectivo.